jueves, noviembre 24, 2005

Renacimiento de El Loco


Cuando desaparezca no me busquen
en las aguas del rio nauseabundo
ni junto a un solitario vagabundo
en bares y moteles, no me busquen

ni tampoco entre lágrimas me busquen
ni en hirviente y oscuro mar profundo
en el espacio-tiempo me confundo
alegraros, mejor, ya no me busquen

bailad que el amor canta y alborota
irrumpe desde las dulces cavernas
gozad más bien aquella copa rota

aullaré mi vagido entre esas piernas
donde la vida reververa y brota
bailando seré en las nieves eternas

jueves, noviembre 10, 2005

Poeticia 4


"Todos tenemos algo de Kafka", dijo la madura voz femenina y paisa que así elevaba la conversación al nivel que correspondía elevarla después que mostré que en mi bolsillo del corazón guardaba un rojo portacarné con el grabado de Gladys Marín sonriente y victoriosa ("Mil veces venceremos", había escrito allí un anónimo artesano).
Eran las tres de la mañana en "La Casa en el Aire" y muchas cosas más ya se habían dicho (el humo de los cigarrillos y el vaho del alcohol bailaban al son del Nico y del Cautivo de Tiltil y también de dulces vallenatos. José Luis Díaz-Granados disfrutaba como sólo un enamorado de Neruda sabe hacerlo).
"Y de caca", repliqué. Y enseguida reí estruendosamente (como ríen el Guasón y los malos cinematográficos, me dijo después el poeta colombiano).

(Lo peor fue que en mi borrachera de pisco sour, vino tinto y ron, estaba seguro de haber emitido un genial antipoema).

(Era la madrugada de Noviembre 9 del 2005)

lunes, noviembre 07, 2005

Poeticia 3


Me zambullí en el mar de Chile, o del Perú,
o en el boliviano Titicaca,
¿qué más da?
Y era un retorno al origen:
En el principio el espíritu de Dios flotaba sobre las aguas
-sobre el Mar, la Mer, la Madre-
-sobre el mar de Chile, del Perú o en el boliviano Titicaca-
Y el Mar, la Mer, la Madre no era de nadie en particular, sino de todos, de todos los gérmenes de vidas y especies diversas que allí, en esa sopa primigenia, en ese caldo de cultivo originario, pululábamos.
No digamos que nos amábamos: el pez más grande se comía al más chico, y el más chico al más pequeño aún. Pero naturalmente, matemáticamente, el equilibrio de la vida se respetaba.
Entonces no existían las 200 millas.
Ni el derecho de propiedad.
Ni los tratados internacionales que consagran la correlación de fuerzas de un momento determinado.
Ni las grandes factorías pesqueras que devoran todo cuando está al alcance de sus fauces mecánicas.
Ni los millones de masas consumidoras que devoran todo lo que producen las factorías transformando la diversidad biológica del mar, la mer, la madre, en miles de millones de euros, en miles de millones de dólares, es una ley física: la energía se transforma.
Hasta que llegará un momento en que los peces no serán suficientes para las fauces de las factorías y las factorías no alcanzarán a producir para los millones de masas consumidoras y los miles de millones de euros y los miles de millones de dólares no servirán para nada y las masas consumidoras morirán de hambre y las factorías enmohecerán y los sobrevivientes del mar, la mer, la madre volverán a reproducirse a lo largo de los siglos y los milenios y la diversidad de especies florecerá como un jardín multicolor.
Y entonces de nuevo la cadena de la evolución generará a los humanos y los humanos a las factorías y a las masas consumidoras y el derecho de propiedad volverá a reinar y los tratados internacionales y las guerras... hasta que llegará un momento en que los peces no serán suficientes para las fauces de las factorías y las factorías no alcanzarán a producir para los millones de masas consumidoras y los miles de millones de euros y los miles de millones de dólares no servirán para nada y las masas consumidoras morirán de hambre y las factorías enmohecerán y los sobrevivientes del mar, la mer, la madre volverán a reproducirse a lo largo de los siglos y los milenios y la diversidad de especies florecerá como un jardín multicolor. (Sigue en "Y entonces...")

sábado, noviembre 05, 2005

Poeticia 2

Hace frio en Morandé 8O a pesar de las consignas
Estaba frio tu cadáver destrozado después de la batalla
Hoy
treinta y dos años después, Salvador
seguimos congelados

(11 de septiembre del 2005 )

Poeticia 1

Queríamos marchar bajo las banderas del MIR
y el MIR pasó
Queríamos ir bajo las banderas del Frente
y el Frente pasó
Queríamos ir con la Historia
y la Historia pasó

Entonces nos quedamos con la gente
...
y aquí no pasa nada.

(11 de Septiembre del 2005)