viernes, octubre 13, 2006
Además se le responsabiliza de actos vandálicos, terroristas y genocidas como desapariciones forzadas, ejecuciones, torturas, prisión política, relegaciones, exilios... y de las secuelas de todos estos hechos en familiares, hijos y nietos de las víctimas, al margen de delitos de corrupción. En su casa tiene botellas vacías de whisky Riggs y de vino tinto Carretillero del Diablo, bidones con gasolina, sábanas, uniformes, charreteras, botones dorados, viejos estandartes, y otros elementos subversivos que se usan en la elaboración de bombas molotov.
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